lunes, 24 de abril de 2017

Guardians of the Galaxy vol. 2 - La Columna de Logan.




Quince películas. No dos, no cinco, no siete o diez. Quince películas le llevó a Marvel Studios estar parada donde está ahora con Guardians of the Galaxy vol. 2 (2017), próxima a estrenarse en nuestras salas de cines argentinos el jueves 4 de mayo. Quince. Un recorrido enorme y hermoso que comenzó hace 9 años con una Iron Man (2008) que, cuando la volvemos a ver, hoy ya parece vieja. El concepto de saga llevado al extremo, con todos los elementos que caracterizan la misma e inclusive imponiendo un estilo, una forma de narrar que homogeniza todo el relato aún cuando algunos de los personajes o grupos tengan un tinte diferente. Hay que recordar siempre esto cuando entramos al cine a ver un nuevo estreno de esta magnánima aventura. Ok, aquí tenemos a James Gunn detrás de cámara, un narrador exquisito que juega su propio juego y sigue sus propias reglas, casi como el Whedon de la 1er Avengers, pero no se equivoquen: si algo diferencia estas producciones del resto de la competencia es el sello de Disney en las mismas. No son pocos los neandertales que entienden poco y nada este negocio y llenaron de estúpidos comentarios y memes inútiles la web cuando el gigante Disney compró la editorial Marvel Comics, vaticinando el final de la calidad (?) en todas las producciones relacionadas con esta empresa. El fin de la libertad y el comienzo de la tiranía titánica de un multimedio que cada empresa que absorbe la transforma en una pantalla boba de entretenimiento manufacturado ATP dirigido al consumidor más alienado del mercado. Guardians of the Galaxy vol. 2 es, una vez más, un recordatorio para todos aquellos que hoy se esconden debajo de una baldosa y en su momento boquearon a más no poder, un recordatorio de que cuando no tenés argumentos sólidos, lo mejor es que te llames al silencio.



La saga espacial de Gunn

Hay un inconveniente con Guardians of the Galaxy vol. 2, y es el hecho de su estreno en nuestro país. Como mencioné en uno de los párrafos anteriores aún faltan casi 2 semanas para que todos ustedes puedan disfrutar de la misma. Disney se anticipó un montón con la función de prensa, y en su defecto retrasó el estreno del film en nuestro país una semana en relación con el día que se estrena en gran parte del mundo (en Brasil, Chile y Colombia, por ejemplo, la van a ver el 27 de este mes), lo cual hace que sea casi imposible escribir una reseña HOY que pueda servirles como tentempié a ustedes para poder disfrutar de la película con mayores expectativas de las que ya tenían.

Así que vamos a cambiar un poco las cosas, porque o evolucionamos o morimos como los dinosaurios. Pude asistir a dicha función de prensa y disfrutar de esta magnífica película, y quiero que todos los que hoy se atrevieron a entrar a Tierra Freak sepan que no voy a arruinarles absolutamente ninguno de los hermosos guiños o secretos que esconde esta producción, así como tampoco spoilearles las sorpresas del final ni alguna vuelta de tuerca inesperada dentro de la trama, nada que no se haya revelado ya en los trailers, como mínimo. Pero no quiero dejar de cebarlos con este film, así que vamos a transitar este camino juntos, pero por los bordes.

Como muchos sabrán, Guardians of the Galaxy vol. 2 vuelve a estar escrita y dirigida por James Gunn, quien ya hubiera ejercido labor similar en la precuela  de esta franquicia, y para dejar a todos tranquilos, una vez más este oriundo de Missouri vuelve a hacer de las suyas y logra tomar vuelo y elevarse como el mejor narrador que tiene Marvel Studios en actividad en este momento, sin ninguna duda. Los hermanos Russo están haciendo un trabajo extraordinario, obviamente, y recientemente Scott Derrickson en Doctor Strange la rompió, pero Gunn entendió absolutamente todo. Todo. 


Comprendió que estas películas están adaptando personajes del comic book americano más comercial que existe, el menos pretencioso y el mas bastardeado, el que se manufactura casi exclusivamente para que funcione como un entretenimiento banal que sostiene mes a mes el grueso de la oferta editorial de esta empresa. Si como espectador te tomas muy en serio cada una de estas películas, podemos cuestionar tu coeficiente intelectual porque evidentemente hay algo que no estás entendiendo. Siendo así, explota el universo de los Guardians y los personajes desde ese lado, jugando con los límites de la verosimilitud del relato todo el tiempo sin perder de vista el horizonte.
El mundo que rodea a los Guardians no tiene nada que ver con el que involucra a Iron Man, el Capi, Black Widow o Daredevil, en todo caso se toca levemente con el de Thor y puede que a futuro tenga conexiones con el del Doc Strange o Ant-Man, pero en general lo que vimos hasta ahora del relato de Marvel Studios responde más a aventuras en la tierra que conocemos, y a nuestros héroes defendiendo amenazas posibles y probables que generalmente provienen de conflictos generados en ese planeta. Por eso el final de The Avengers (2012) con la invasión de los Chitauris en el corazón de New York es un evento importante del cual se sigue hablando aún hoy en las versiones más recientes de los films y series de TVs relacionadas a este universo conjunto.

Gunn entiende esto a la perfección, y juego con esas cartas. Sabe que la saga de Marvel Studios es importante, pero comprende que el grueso de lo que presentó hasta el momento la misma no tiene nada que ver con lo que él desarrolló en el primer film. El entorno en el que se mueven los Guardians es propio de esa película, y los plots y puntas que comenzaron a aparecer en aquella producción del 2014 son retomados y explotados en esta nueva entrega, sin necesidad de contenerse y sin ninguna restricción argumental que le permita explotar o introducir cualquier nuevo concepto relacionado con la parte cósmica de Marvel. Gunn no le debe nada a nadie, todo lo que construyó es mérito suyo, así que retoma su relato allá donde lo dejó y lo lleva a donde él quiere sin preocuparse por las consecuencias en el resto del Marvel Universe, porque sabe que, por el momento, todo está bajo su control. No falta mucho para que los Avengers arriben al espacio, y se crucen con los Guardians para tener la batalla más grande de todas, la que venimos esperando desde el 2008, pero hasta que eso suceda, el dueño de la casa es este genial director, y se hace cargo de esa responsabilidad. Lo negativo de esta consigna es que, obviamente, la macro-saga de las Infinity Stones y Thanos no avanza demasiado en Guardians of the Galaxy vol. 2, al menos no a primera vista, pero ojo: esto no hace más que potenciar esta producción y validarla como única e independiente. ¿Se pueden hacer ambas cosas, y bien? Supongo que sí, todo es posible… mientras tanto, Gunn me entregó una película magnífica a la que solo puedo criticarle negativamente esto.

La trama de Guardians of the Galaxy vol. 2 es clara, lineal y muy fácil de entender, pero la forma en la que Gunn decide narrarla la transforma en una experiencia única en su tipo. El director encuentra en el “método Marvel Studios” para narrar historias su herramienta idónea para hacer convivir intentos momentos de acción visualmente increíbles con momentos dignos de la mejor sitcom flanqueados por tensos conflictos dramáticos muy humanos y cercanos, y para que todo funcione como un reloj suizo tiene un equipo de actores que le responde de mil maravillas y una banda de sonido que está aún más afilada que en la primer entrega. Si Guardians of the Galaxy vol. 2 no es la producción más sólida de estas 15 películas que conforman la parte cinematográfica de esta saga, me cuesta decir cual sería…

A happy intergalactic family

Ya le di mucho crédito a Gunn –que se lo merece-, y apenas si he mencionado a actores y personajes, los cuales por supuesto son parte fundamental de esta producción. Chris Pratt retoma su papel de Peter Quill, el híbrido mitad humano-mitad alien conocido en toda la galaxia como Star-Lord, quien vuelve a tener un rol protagónico fundamental en la trama, y gran parte de lo que los Guardians hacen en esta nueva aventura tiene que ver con su historia personal. Sus dotes como líder han mejorado e inclusive tiene momentos de acción que lo alejan del payaso forajido con suerte del film anterior y lo exponen como un tipo con el cual es mejor no cruzarte si te agarra en un mal día, pero como es el bueno de Peter, su corazón le va a jugar un par de malas pasadas. El personaje claramente ha evolucionado bastante y hasta cierto punto se podría decir que ha madurado y ha dejado de representar al treintañero cuasi-geek que quedó varado en algún momento de su infancia del film anterior, pero por suerte sus valores, cuestionables y flexibles pero que lo definen como personaje, permanecen intactos.

Y si hablamos del corazón de Peter, ahí está la diosa máxima de Zoe Saldana que regresa con Gamora, la implacable guerrera asesina hija adoptiva de Thanos que, sorprendentemente, en esta producción tiene un desarrollo que, al menos yo, no esperaba. De todos modos, coincido con un par de amigos en que aún con toda la pila de Saldana le pone y lo bien escrito que está el personaje, de los Guardians titulares sigue siendo el menos interesante de todos, y eso no cambió demasiado en este film. Dave Bautista regresa con su Drax the Destroyer y prácticamente se transforma en el alma del grupo. Es quien dicta el timing para el humor y, por momentos, para el drama. Es el más exagerado de todos los personajes, el más ridículo e inverosímil, el más desubicado y molesto pero, como suele suceder con este tipo de relatos cuando están bien escritos, es el personaje que te marca los límites, te da el contexto en el que el resto puede moverse, juega por los extremos y abre el juego, pero hasta ahí.

Bradley Cooper vuelve a ponerle la voz a un Rocket que dejó de ser el centro del humor y las cargadas y se transformó en un personaje más profundo e interesante. Y lo mismo se aplica para Vin Diesel y su Baby Groot, que tiene que vocalizar y caracterizar a un personaje prácticamente nuevo, ya que esta versión aniñada del Groot original ofrece toda una nueva gama de oportunidades para explotar de las cuales Gunn saca provecho en el guión sabiamente. Algunas de las sorpresas –pero no las más importantes, de ser así no las estaría revelando en esta reseña- se presentan con la participación de, por un lado, Karen Gillan retomando el papel de Nebula, algo que ya podían anticipar por los posters promocionales y los trailers, y por el otro con Michael Rooker, quien regresa para dar vida nuevamente a Yondu Udonta, el líder de los Ravagers y padrastro de Peter. En el caso de Nebula, su participación en esta secuela es enorme pero no se dejen engañar por los posters y trailers, su entrada y evolución están perfectamente desarrolladas dentro del film con mucha coherencia. Yondu, por otro lado, se acerca un poco más a la versión que conocemos del personaje en los comics, teniendo incluso algunos momentos super-heroicos casi épicos.

Para finalizar, Pom Klementieff da vida por primera vez a una joven Mantis que da sus primeros pasos como una nueva incorporación del equipo, no sin antes pasar por una prueba de fuego y obtener la aprobación del resto del grupo con sudor y sangre, como todos. La australiana Elizabeth Debicki (nos voló la cabeza el año pasado con su Jed Marshall en The Night Manager) caracterizará a Ayesha, a quien también conocemos como Paragon, líder de los tecnificados Sovereign people, un personaje importante pero funcional a la trama que durante gran parte del film oficiará como “villana”. Y nos quedan, además, los personajes de Sylvester Stallone y Kurt Russell, obviamente, que por motivos obvios no pienso revelar en esta entrada, pero a quien le pica demasiado la curiosidad puede dirigirse a las fichas “oficiales” de este film en wikipedia y leer ahí mismo este “secreto” mal guardado.

En el cierre de esta reseña tengo que volver a Gunn y a la producción que lo acompañó en esta secuela. Esta magnánima y épica aventura visualmente es increíble, y por momentos sobrepasa cualquier otra producción millonaria de su tipo. El diseño de vestuario, los maquillajes, el diseño de los palacios, las ciudades, los cuarteles, las naves, las armas, los monstruos, todo es impecable y fascinante, y está ubicado de forma tal que siempre acompaña el relato, nunca llama demasiado la atención y siempre está a tono con lo que se pretende narrar. No conforme con eso, como comenté al comienzo de esta entrada, la musicalización es casi un capítulo aparte, con temas que se transforman en un sutil sub-texto y logran conmoverte casi hasta las lágrimas, o hacerte reír hasta doblarte en dos. La secuencia de acción inicial es un perfecto ejemplo de la maestría que se posa sobre los hombros del director, pero sin una producción a tono que ponga toda la carne al asador este tipo de escenas sería imposible de realizar. Cuando un porcentaje del fandom mundial apunta sus críticas hacia el mercado hollywoodense y sus exagerados presupuestos millonarios para manufacturar producciones acartonadas y berretas, Gunn se sale con la suya y nos enseña que con creatividad y muñeca podes hacer un correcto uso de esos millones de dólares para brindar un espectáculo audiovisual único en su tipo, e inolvidable. Ni Whedon ni Favreau ni Black ni los Russo en ninguna de sus producciones para Marvel Studios pudieron entregar una coreografía tan atractiva y sincronizada con el tema de fondo, solo Gunn. Magia pura. Guardians of the Galaxy vol. 2 será recordada no solo como una de las mejores películas que nos entregó este 2017, también como una de las más destacables producciones de ciencia ficción de los últimos años, sobrevolando incluso por encima de las últimas producciones pertenecientes a las franquicias de Star Wars y Star Trek. Nos volvemos a leer muy pronto, aquí, en Tierra Freak.
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