jueves, 12 de septiembre de 2013

The X-Files: 20 años - La Columna de Logan.



El 10 de septiembre de 1993 la cadena norteamericana FOX ponía al aire el episodio piloto de una serie que terminaría cambiando el destino de dicha señal y se transformaría en un show de culto seguido por millones de televidentes en todo el mundo: The X-Files, o como se conoció acá en sus 1ros años, Los expedientes secretos X. Entonces, si hacemos los cálculos, esta semana se cumplieron 20 años de ese dichoso estreno que dejó un legado con tentáculos tan largos que incluso se prolongan hasta nuestros días, aún cuando el episodio final se transmitió unos ocho años y medio después, el 19 de mayo del 2002. Por eso hoy, en Tierra Freak, recordaremos y repasaremos esta magnífica serie, e intentaremos entender porqué estuvo apenas unos pasos de alcanzar el cielo… pero no.



¡FOX del orto y la concha de tu madre All Boys!

Sí, siempre hay que putear a FOX, por las dudas. Sobran los motivos, aparte.
Tuve la oportunidad de comentarle a unos amigos que me propuse realizar esta reseña, y todos reaccionaron de la misma forma: ¡No, una reseña de X-Files, que dolor de huevos! xD
Y es cierto. Hay tanto para recordar, comentar, criticar, putear, elogiar, agradecer, rememorar y señalar que no sabía por dónde empezar. Si a eso le sumamos que la idea de este espacio –o al menos el objetivo del mismo- es que los textos aquí expuestos sean lo más abarcativo posibles, encima tengo el desafío de escribir una entrada para los fans más acérrimos y para los que desconocen en su totalidad la serie, y entretener a ambos. Game Over. Pero la solución me la dio mi editor/administrador/dueño del sitio, que desde que comencé con estos textos en su página siempre me dijo lo mismo: “quiero que escribas como si estuviéramos en una charla amena en un bar con un par de birras encima”. Entonces, se me ocurrió armar, por única vez, esta entrada, como si tuviera una conversación con un amigo virgen de X-Files, respondiendo a preguntas básicas, pero intentando mechar todo el tiempo con datos jugosos. A ver qué carajo sale. Sí, FOX se la comió gratis… esta vez.

¿Pero como comienza todo este rollo? (era español el amigo, ¿vió?)

Comienza con un californiano de nombre Chris Carter que había tenido un moderado éxito escribiendo comedias baratas y agarra a una agonizante cadena FOX con los pantalones bajos a principios de los ’90 (Los Simpsons aún no se habían transformado en el otro éxito aparte de The X-Files que terminarían salvándola de la banca rota) y encuentra ahí la oportunidad de poder producir su propia serie. Inspirado en una informe que decía que 3.7 millones de americanos podrían haber sido abducidos por extraterrestres, y recabando en recuerdos del Watergate y el programa de terror Kolchak: The Night Stalker (1974) se le ocurrió la idea de The X-Files y escribió el episodio piloto en 1992. Aún regalados como estaban, en la FOX se pusieron quisquillosos y los ejecutivos de esta noble cadena comenzaron a bardear el proyecto desde el casting: no estaban de acuerdo con el personaje de Scully (querían que fuera un objeto de deseo) ni con la elección de Gillian Anderson para ese papel ya que pretendían una mujer más alta, de piernas largas, rubia y tetona, y no una cuasi-gordita pelirroja de 24 años salida del teatro y con muy poca experiencia ante las cámaras. La decisión de Carter fue inflexible e innegociable y es así como todo el capítulo piloto con Anderson y David Duchovny al frente como protagonistas se filma con éxito en la ciudad de Vancouver, Canadá, a principios de 1993. Comela que es gratis, FOX.

¿Y cuál era la magia de The X-Files?

Y, la magia salía por cada poro de la serie, aunque el planteo inicial no parecía ser algo muy novedoso: la columna vertebral de la misma estaba centrada en extraños casos que eran investigados por dos agentes del F.B.I., clasificados como "Expedientes X", los cuales reunían fenómenos paranormales, avistamiento de OVNIs, criaturas extrañas, etcétera. Dichos agentes, Fox Mulder y Dana Scully, trabajarían en conjunto pero por exigencias de sus superiores, y aún cuando sus métodos, convicciones y motivaciones diferían, en poco tiempo aprenderían a respetar la posición del otro, y en el peor de los casos debatirían los mismos argumentando con inteligencia y una pizca de picardía sustentado sus posturas en las pruebas que conseguían. Mulder, aún siendo casi un genio en psicología (en sus primeros años dedujo el perfil psicológico de un asesino que llevo a la aprehensión de este, motivo por el que sus compañeros lo llamaban Spooky Mulder), es mucho más abierto a los fenómenos paranormales, algo que se contrapone con la rigidez científica y la educación católica de Scully, pero las personalidades de cada uno no hacen más que sumar cuando se trata de llegar al hueso de cada caso.
Junto a esta premisa, además, se estructuro la serie en 3 tipos de episodios: Los mitológicos o conspiracionales, que conformarían el arco argumental principal de la serie y en los cuales se relata el desarrollo de una conspiración gubernamental relacionada con extraterrestres, los independientes, que relatan situaciones que enmarcan hechos y criaturas paranormales generalmente sin relación alguna con la trama principal o "mitológica", y los episodios sin tema paranormal, que muestran asesinos en serie o investigaciones más propias de detectives y estaban puestos expresamente para aliviar la carga dramática de la serie. Es así como la serie tenía bocha de capítulos auto-conclusivos que no requerían que el televidente estuviera al tanto de lo que ocurría con la mitología de la misma, todos ellos carentes de cliffhangers y, al menos en las 1ras temporadas, totalmente desprendidos de la cronología personal de interacción entre los personajes recurrentes del show, algo casi impensado en una serie de T.V. yanquie actual.

Me contaron que Mulder tenía una hermana… ¿Qué fue de ella, loco?

¡¡¡¡La concha de Samantha!!!!
Tal es el nombre de la hermanita menor de Fox Mulder, quien desaparece ante sus ojos a la tierna edad de 8 años –él tenía 12 en ese momento- el 27 de noviembre de 1973 de forma misteriosa, un suceso que marcaría para siempre la vida del agente y lo motivaría a ingresar a Quantico y graduarse con honores. Samantha es abducida mientras ambos jugaban al Stratego y discutían sobre qué canal poner, todo esto en ausencia de sus padres. En ese momento Fox observa como el cuerpo de su hermana comienza a flotar y se dirige hacia una luz brillante en el exterior, razón por la cual trata de alcanzar el arma de su viejo pero queda paralizado cuando ve a una figura con forma de extraterrestre en la entrada. ¡Chan! Nunca más supo de ella…
…pero con el tiempo y las investigaciones se terminó enterando de que su hermana fue entregada por su padre. Si, así como lo leyeron. A los aliens. ¡Lindo nene el papi! Bueno, resumiendo: desde mediados de la década del ’50 existe una organización de hombres muy poderosos llamada El Sindicato (no, Moyano no estaba entre ellos) que dentro de la serie funciona como una Mazonería pero con contactos con alienígenas, de la cual William Mulder, el papi de Fox, formaba parte. Este Sindicato tuvo contacto efectivamente con aliens que pretendían invadir y dominar nuestro planeta, y entró en negociaciones secretas con ellos para proteger sus culos y el de sus seres queridos… bueno, no todos sus seres queridos, porque los extraterrestres exigieron, como muestra de confianza, que cada miembro entregara a un familiar, y Will decidió que fuera su hijo mayor, Fox… pero otro miembro de esta organización, a quien se lo conoce dentro de la serie como El Fumador (Cigarrete Smoking Man en el original), se opuso a esta elección, y se decantaron por la pobre Samy. Luego de buscarla durante toda su vida pudo finalmente dar con su paradero, solo para enterarse que era un clon… y otra vez la encontró, y era otro clon… y así hasta que finalmente concluyó que tantas veces la clonaron que el cuerpo no resistió y terminó muriendo. Triste final para un personaje que fue durante años la génesis de la cruzada de Mulder hijo.

Sabes que por ahora no me tiraste nada realmente mágico, ¿no?

Sos un hueso duro de roer, pero no me achico ni ahí: Challenge Accepted!!!.
Pasemos a la magia entonces, y comencemos por el tema de apertura: una obra maestra creada por Mark Snow que por momentos te eriza la piel y que terminaría siendo una de las melodías más recordadas salidas de una serie de T.V., silbada por medio mundo, parodiada y utilizada como inspiración para música de películas y futuros openings. Y si hablamos de cultura popular, vayamos a las frases que X-Files impuso en la misma: la clásica I want to Believe que aparece en la apertura, adorna la oficina de Mulder con el poster del Ovni y que es casi el leit motiv del show, nadie puede hoy pronunciar esas palabras y que no estén referenciando esta serie, nadie. Carter, Mulder y X-Files se adueñaron de ella y de ese concepto para siempre. Y quedan una cachilada más no tan populares: Trust No One, Everything Dies, Deceive-Inveigle-Obfuscate, Believe the Lie, All Lies Lead to the Truth, Resist or Serve, Believe to Understand, They're Watching... Si X-Files hubiera sido popular en el apogeo de internet habríamos tenido un 40% más de gifs y un 75% más de memes derivados de este show. A Moore gracias que no fue así. Luego tenemos un record: en el momento de emisión de su episodio final, "The Truth" (S09E19), The X-Files era la serie de ciencia ficción con más tiempo en la televisión de Estados Unidos, condición que perdió al poco tiempo en favor de Stargate SG-1. Y a esto le sumamos un capítulo entero de la 8va temporada de Los Simpsons dedicado a la serie (The Springfield Files), con Leonard Nimoy como presentador y un caso a resolver por Mulder y Scully, y con los actores poniendo sus voces para sus versiones animadas, off course.

Pero con todo esto sobre sus hombros, la magia apenas aparece. Un show que generó 2 películas y 1 y ½ spin-off’s (Millenium es otra creación de Carter, y ambas series existen en el mismo universo, pero la 1er aparición del personaje del genio Lance Enriksen, el detective del F.B.I. Frank Black -¿Una referencia a Black Francis, quizás? ¡Guarda!-, tiene su 1er aparición en su propio show… aunque el final del mismo sí se da dentro de The X-Files) no provoca el impacto a corto y mediano plazo solo por estos detalles, The X-Files contó además con una galería de personajes que raya en lo genial. Partiendo desde ese fan de Star Trek, adicto a las semillas de girasol y al porno que responde al nombre de Mulder, un cruzado obsesionado con la idea Carlsaganista de que no estamos solos en el universo, y su co-equiper y amor platónico, la médica forense Dana Scully, y pasando por sus aliados y antagonistas: el ya mencionado Cigarrete Smoking Man, que fue en partes iguales un palo en el orto para la pareja y la solución a muchos de sus problemas, y que cuenta con el record de ser el único personaje aparte de los protagonistas que aparece en el episodio piloto y en el final -además de haber orquestado el asesinato a J.F.K., ¿no?-; el agente Alex Krycek personificado por Nicholas Lea, que aparece como compañero temporal de Mulder y se termina revelando como un flor de hijo de puta responsable de la muerte de Will Mulder, de un rapto a Scully, de un intento de asesinato al director del F.B.I., y de unas cuantas hijaputeces más, mercenario malparido y némesis de Fox al que en un momento le cortan un brazo y tiene un destino fatal; el Well-Manicured Man (acá lo traducían como el Hombre bien manicurado), miembro poderoso del Sindicato que incluso aparece en el 1er film del show y que también ha intentado destruir los archivos X y la cruzada de Mulder casi tantas veces como ayudarlo en algunos dilemas, siempre en una puja de poder con el Cigarrete Smoking Man; los The Lone Gunmen: Langly, Frohike y Byers, expertos en informática y conspiraciones, aliados incondicionales de Mulder que incluso ligaron una serie propia; Knowle Rohrer, el supersolado interpretado por Adam Baldwin que en las últimas temporadas funcionó como un Terminator imbatible acechando al F.B.I.; y cientos más: el agente John Doggett (interpretado por Robert Patrick, a.k.a.: el T-1000), la agente Diana Fowley, Jeffrey Spender (hijo del Cigarrete Smoking Man, medio hermano de Fox), Marita Covarrubias, la agente Monica Reyes, Garganta Profunda (confidente de Mulder que en el lecho de su muerte pronuncia por 1ra vez una de las frases clásicas de la serie: Trust no one!), el Senador Richard Matherson, el Sr. X y, por supuesto, el director Walter Skinner… si, acá también hay un Skinner, y también es director, como en Los Simpsons. xD

Si todo esto no es suficiente, The X-Files fue una bocanada de aire fresco en una televisión pacata y carente de ideas que para colmo en esos años no comulgaba ni un grado con la ciencia ficción. Con Chris Carter como capitán del barco guiando a verdaderos genios a la hora de escribir los guiones, y con una propuesta estética más cinematográfica que televisiva, el show no paraba de referenciar la cultura popular, y sobre todo la T.V. y el Cine, en un violento y entretenido feedback que se prolongó al menos durante sus 1ras siete temporadas. El equipo que Carter armó con el correr del tiempo detrás de cámara a la distancia se figura único: desde un ignoto Vince Gilligan (el ideólogo y responsable de Breaking Bad) que hace poco en una entrevista reconoció que el ABC de cómo escribir un episodio para T.V. lo aprendió de Carter en X-Files (un teaser y 4 actos), pasando por James Wong [American Horror Story,  The One (2001),  Final Destination (2000)], Howard Gordon [Homeland, 24, Angel], Alex Gansa [Dawson's Creek, 24, Homeland] y Darin Morgan [Millennium], por mencionar algunos. El legado del show, tanto por la calidad de sus guiones como por el complejo entramado cronológico que fueron armando, que exigía la máxima atención posible de sus seguidores e incluso muchas veces la búsqueda de pistas o referencias en episodios de años anteriores, es tan grande e inconmensurable que sería imposible de calcular: series como Lost, The 4400, Fringe, Bones, Supernatural e incluso Buffy the Vampire Slayer le deben algo a The X-Files, en mayor o menor medida, tanto como el niño mimado de Carter le debe a Twin Peaks, Alfred Hitchcock Presents, The Twilight Zone, Night Gallery, Tales from the Darkside y especialmente a la ya mencionada Kolchak: The Night Stalker.
La estética, los personajes, la mitología, la música, los diálogos, el drama, el morbo, el suspenso, el clima, la tensión, el romance platónico sostenido hasta lo imposible entre sus protagonistas, el arte de revelarte un dato acompañado de nuevas preguntas, todo esto en su conjunto fue puesto por 1ra vez en la pantalla chica con tanta buena química, y esto hizo de The X-Files una experiencia inolvidable y casi épica que marcó a fuego la década de los ’90 y dejó el listón bien alto para lo que se viniera.

Wow… me convenciste. ¡Qué serie del carajo, ¿no?! ¡La mejor!

No.

¡¿No?! ¡¿Pero sos medio pelotudo?! ¡¿Qué te pasa, por qué no?!

Porque la cagaron. Casi al final. La estiraron demasiado. Estaba todo dado para que cerraran la serie entre la 6ta y 7ma temporada, incluso estaba hablado entre Carter y sus actores estrellas, uno de los cuales ya estaba un poco agotado de la misma… pero la FOX no quiso que su gallina de los huevos de oro muriera tan rápido, y se puso con la tarasca en cantidades industriales. Para la 8va temporada, Duchovny se despide de la misma, al menos como protagonista, y su personaje se transforma en un recurrente que apenas aparece en un puñado de episodios, y en la 9na y última temporada algo similar sucede con Gillian Anderson, aunque no tan exagerado. Duchovny en cambio ya en la 9na desapareció completamente, y regresa solo para el cierre con todos los honores. La serie que en sus inicios se propuso patear el tablero y hacer oídos sordos sobre los prejuicios del contenido que es correcto poner en un prime time, quiso redoblar la apuesta (por denominar de forma políticamente correcta una movida que no fue motivada por la creatividad sino por necesidades económicas) y reemplazar a sus protagonistas con otra pareja, y el resultado fue desastroso, desaprobado de forma casi unánime por la crítica y los fans. Las tramas mitológicas que fueron el eje de la serie casi habían sido cerradas al inicio de la 8va temporada, y lo que se veía era una constante y redundante expansión de las mismas que terminaba haciendo imposible el seguimiento y la comprensión, y el mejor ejemplo de esto son, justamente, los extraterrestres: cuando por fin entendimos quienes eran los colonizadores (y que ellos nada tienen que ver con los extraterrestres metamórficos), y que el cáncer negro no era un virus sino una raza alienígena menos evolucionada, aparecen extraterrestres sin rostro rebeldes dispuestos a destruir al Sindicato, y cuando entendemos eso, aparecen los híbridos, mitad E.T.’s/mitad humanos, y también están los supersoldados, pero ojo que hay supersoldados alienígenas y supersoldados humanos, y así seguimos indefinidamente, cuando la realidad indica que, en la superficie de todo eso, la serie concluye con algunas revelaciones de mediana importancia en los episodios finales. Incluso la relación entre Mulder y Scully llega a su clímax en la 7ma temporada, pasando del dicho al hecho con un pibe de por medio que aparece en la 8va –que podría o no ser hijo de ambos (?), ojo con los E.T.’s que tienen los dedos muy fértiles- y termina naciendo al final de la misma, así que todo lo que seguía de ahí en adelante claramente estaba demás. La misma historia estaba indicando que debía ser enmarcada, cerrada y recordada con cariño… pero a la FOX eso nunca le importó y prolongó la agonía durante 20 episodios más de esa olvidable 9na temporada que se emitió entre noviembre del 2001 y mayo del 2002. ¿Ven que al final nunca sobran las puteadas a la FOX, vieja?

De todos modos -y entiendo que es un cliché ponerse en esta postura, sobre todo en estos tiempos donde los cierres de grandes shows televisivos decepcionan tanto-, la realidad indica que ese mal paso final… o en este caso esa gran mala zancada final, ¿no?, porque fueron 2 temporadas completas que sobraron, no tiñe ni opaca para nada lo que The X-Files significó para nosotros y para el medio, ni tampoco el recuerdo que tenemos de esos momentos donde se nos cortaba el habla del nudo que teníamos en la garganta y un nombre como Duane Barry podía significar tanto y a la vez dejarnos tan en pelotas, la reputa madre.
Pero los que espero no estén en bolas son ustedes, cuando nos volvamos a encontrar la semana que viene, acá, en Tierra Freak.
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